ENTONCES... ¿LOS ARTISTAS ESTAMOS UN POCO LOCOS? (I)
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| "Dalí Atomicus" Fotografía de Philippe Halsman. 1948. |
Excéntricos. Imprevisibles. Inconvenientes. Arriesgados. Inquietos. Temerarios.
No sabemos qué cualidades positivas y negativas definen a un artista, pero sabemos que todas las anteriores están presentes en artistas famosos que son o han sido ampliamente reconocidos por críticos y público, a veces en su momento, a veces años después de fallecer.
Pero para nosotros, para nosotras, que intentamos ir desentrañando entre un montón de enmarañadas posibilidades cuál es nuestro camino, qué es lo que queremos hacer, lo que nos gusta y nos satisface ("nos llena de orgullo y satisfacción, que diría el emérito"), el camino a veces es largo, difícil, confuso...
Uno de los Grandes en ese camino es alguien que no es "Artista", que no es un marginado, que no es un iluminado de lo Trascendente y lo Esencial, pero que sí lo es. Todo ello.
Artista. Se mueve en los márgenes de lo convencional. Es un mainstream, pero con indiferencia. Un iluminado, incluso un faro, un iluminador, alguien que abre camino, pero sin Apostolado. Timothy Walter Burton.
Por ahora no os voy a decir mucho más. Ya lo conocéis. Y aquí lo conoceréis algo mejor:
Evidentemente, es muy publicitario y comercial, pero os dará una buena idea de quién es y qué hace. Y qué ha hecho.
Como no puedo pediros que vayáis a Madrid a ver su exposición El laberinto de Tim Burton, voy a recomendaros que veáis su última creación, la divertida revisión de la Familia Addams. Eso que llaman un spin-off.
Aunque quizás me quedo con la Familia original. Que lo flipas por lo bien que han envejecido. La Familia Addams. 1964
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